No vivo como un monje. Me gusta la vida y sé disfrutar de ella. Trabajo muy duro. Ninuguna tarea me hace retroceder. Sin embargo, cuando me apetece darme algún gusto, no vacilo. Es bueno para la cabeza. Simple cuestión de dosis y de organización.
jueves, 15 de octubre de 2009
¡SUBANLE, CUAJIMALPA LA VENTA!
Nuevamente jueves, la ciudad se vive al 100%, continua el andar cotidiano, el ir y venir nunca termina. La noche es fresca, en partes azul, en partes gris, un atisbo de lluvia se deja entrever en el cielo con una brizna apenas perceptible, la duda invade, empieza a reunirse la manada, a lo lejos se ven ya dos miembros, y poco a poco venidos de distintos rumbos, llegan más. El sitio pareciera un punto no apto para una reunión de Lobos, muy visible, bastante iluminación, un punto en el que bien podrían ser blanco fácil de un furtivo cazador. Gabriel, los molinos, Jerry, Don Beto, Matus, Sandra, su amigo Gerardo, Charly, Óscar, Rodrigo y el líder Luiyi, todos en espera, se saludan, ríen, bromean, se preparan; hoy la búsqueda es hacia un lugar de la mancha, urbana, del cual, muchos no van a querer acordarse. Delegación Cuajimalpa y la venta, sitio ya visitado por Lobos, en anteriores ocasiones, pero ahora la ruta es diferente. La ciudad nos enseña su belleza, se ve majestuosa, alegre de que la noche llegue, se plante y nos deje recorrer sus calles alumbradas, nuevamente avenida reforma, y parece ser ya una constante, aunque no queda aún claro el objetivo, la tan mencionada escolta policial, si es por seguridad nuestra o seguridad de la zona por donde pasara la manada. Esta vez el grupo se ve enjundioso, atrevido, en algunos cruces se muestra irreverente, un solo carril y la manda amplia el abanico, a veces dos no son suficientes y la luz roja no es limitante. Empieza el ascenso por una avenida recién remodelada, Virreyes, que corre paralela a reforma, una vía estupenda para rodar sin mayor complicación, poco flujo vehicular, poco alumbrado en momentos, una zona de mucho abolengo, lujosas casas… Y ahí van los lobos devorando camino, ahora el guía es Óscar, en la manada se bromea, ¡Esperen al guía!, sabemos que el guía en cuestión no es muy ducho en la escalada, pero hace el esfuerzo, la ruta se pensó en el divertimento general y en propio sufrimiento, el tramo de Virreyes es corto pero intenso, una probadita de lo que hoy será el tono de la noche; al entronque con reforma nuevamente la irreverencia, se quiere cortar camino, algunos lo hacen , pero puede resultar peligroso, bueno, no lo fue tanto, la patrulla aún los sigue, pero, con estos Lobos no se puede, otra llamada de atención, buscamos la bajada a bosques, descenso ya estudiado, pero de noche el camino guarda sorpresas, se le avisa a Sandra, que hoy nos presume su nueva bici, una trek en blanco y rojo, ligera, con diseño estético, elegante, de ruta, por eso la consigna precautoria. La manada no alarga mucho en la bajada, vienen guardando la distancia, los mas osados se dejan ir en las dos curvas que este descenso tiene, se llega a plano y no hay tiempo de descanso, se alcanzan, una nueva pendiente de aprox. 300m con estupenda inclinación, el pelotón se alarga, el guía, queda atrás, pero poco a poco repunta. Hay que encontrar su paso, ir a ritmo, para no gastar fuerzas en el primer jalón, bueno, también hay que conocer la ruta, para saber como atacar la pendiente. La manada se parte en dos, llegamos al corazón laboral de bosques, a la izquierda la zona de oficinas, al derecho, las mansiones… poca luz, oscuridad en la cañada. El guía procura ir al medio, solo su voz se oye -terminando la pendiente, la primera calle a la derecha- los de atrás lo siguen. Vaya contradicción, un guía siempre debe ir al frente, pero el grupo es benevolente. Se reagrupan y mientras conversan con la custodia, otros preguntan por donde continuar. Descansan, a beber liquido, agua, comentarios… La patrulla decide dejarnos libres, se le da rienda suelta a la manada, que de por si desde el principio la traen alborotada. Se desciende por jacarandas, una calle poca alumbrada cuyo descenso desemboca en ahuehuetes norte, todo tranquilo, el guía nos comunica seguir por la izquierda, iniciamos una pendiente corta, pero las curvas la complican, el grupo va junto, se siente el esfuerzo de todos, el respirar agitado, los cambios de relación, el apoyo, ¡vamos para en los pedales! curva a la izquierda, luego derecha, nuevamente izquierda y a cada vire, la subida pesa, e incrementa la inclinación, uff, ¡Ya descansaron! Se escucha por ahí, pues vamos por la otra, una ultima pendiente, Sandra a buen ritmo adelanta, todos bien, unos mas cansados que otros, el grupo no se separa mucho, se ve que hay buen nivel, un reagrupamiento mas, al parecer algunos lobos tomaron otra ruta. Los Molinos no escucharon la indicación y han seguido un rumbo distinto, no hay señal de ellos. Ahora transitan por avenida de las fuentes ya en municipio de tecamachalco, un poco de relax, se vive la armonía, pedaleando y platicando, el grupo alarga, se han relajado, ok, se les previene de que lo que sigue es de cuidado, un descenso corto pero vertiginoso, la bajada hace que la velocidad se eleve, un tope y una curva ponen fin al descenso, para continuar con la pared mas larga de la noche, una pendiente que gusta por lo fuerte, aprox. un kilómetro de subida, ahí van los primeros, Luís, Charly, Matus, Sandra, Jerry, atrás Don Beto, Rodrigo, Óscar, Gerardo, Gabriel, ¡wow! todos haciendo esfuerzo, cada quien a su ritmo, no hay de otra a pedal o a pie, pero todos a pedal, Óscar ve a la vera del camino a los primeros ,ya esperan, Luiyi graba y toma fotos, llega Don Beto y comentan, -hoy si logramos llegar con menos agotamiento- se detiene un poco la manada, cuestiones técnicas, al parecer la cadena salio de su lugar, Don Matus pide que se adelanten algunos miembros, nuestro compañero invitado, Gerardo, del grupo escarabajos, decide adelantar, lo mismo que Don Beto y Óscar, atrás casi de inmediato emprenden marcha los demás. Se ha sorteado lo mas difícil, el grupo va tranquilo, comentando, se pregunta por los Molinos, Luiyi recibe un llamado, viene un Lobo mas en camino, Antonel a decidido alcanzarnos y pregunta dónde vamos, Óscar se adelanta un poco, otra pendiente, Don Matus da alcance y se van conversando juntos hasta el cruce con av. Noche de paz y Echanove, deciden esperar al grupo, Don Beto llega. Una llovizna empieza a caer, los demás dan alcance y el primer grupo avanza, a estas alturas el camino para algunos miembros ya es conocido, por lo cual la manada se divide en dos y toman rumbos distintos: de un lado Don Matus, Óscar, Don Beto, Rodrigo, Gabriel, Jerry; del otro Luiyi, Sandra, Gerardo, Charly, que tomaron el camino que sale a un costado de la carretera libre a Toluca. Los demás continúan por Castorena, pasando por el yaqui. La lluvia se hace mas copiosa, se decide continuar al no ver señales del otro grupo, así se recorren bajo lluvia los últimos kilómetros, una ultima pendiente de dos cuadras y listo, se llega a la delegación Cuajimalpa, Don matus, Óscar, Don Beto, Gabriel, Jerry, Rodrigo, minutos después llega Luiyi y Charly comentando que Sandra y Gerardo, decidieron quedarse en un oxxo tomando café. A los pocos minutos llega Antonel, muy sonriente de haber podido alcanzarlos. Se platica y define no llegar hasta la venta, la lluvia no cesa. En comunicación con los molinos, informan que están en la venta, que la lluvia es abundante, y mejor ya no esperan, decisión que avalan todos. Les comunicamos el descenso, y adelante. Un tramo lluvioso, apenas unos kilómetros y los Lobos de la manada llegan mojados al oxxo, donde Sandra y Gerardo se refugian. El descanso, las impresiones -buena rodada, fatal el clima- unos compran café, otros agua, comida, por ahí se ven cervezas, las acostumbradas fotos. Después de degustar algunos alimentos y bebidas, los miembros de la manada se preparan para el descenso, la lluvia ha cesado, el pavimento permanece húmedo, se siente frío, unos adaptan bolsas de plástico como chalecos, Don Beto decide hacer de la bolsa un short, Rodrigo y Óscar optan por poner un pedazo de cartón entre las ropas a la altura del pecho, el compañero Gabriel, con solo la playera alusiva a su grupo decide seguir así, tan solo cubre su sillín con una bolsa, para que la humedad no pase a sus ropas. Una última foto y se conmina a descender agrupados, en hilera, sin separarse mucho, se descenderá por la libre a Toluca, se toma con precaución el retorno, la manada se prepara, las luces de nuestras bicis parpadean, el descenso empieza, ¡quien primero! va Charly, le sigue Antonel, Gabriel, Don Matus, Óscar, Don Beto, Luiyi, Gerardo, Sandra, Jerry, Rodrigo, descenso moderado, bien planeado, con precaución, la cinta asfáltica seca en algunos tramos, velocidad moderada y continuamos, todos a extrema derecha, oscuridad, luz, alcances, la visibilidad es buena, “curvas peligrosas” indica un anuncio, se toman con precaución trazando bien la línea , la carretera luce recién pavimentada, por lo cual no hay preocupación de baches, los autos nos miran con asombro, jeje ahí van varios locos por la libre, también una patrulla, pero les da igual. Llegamos al entronque con la carretera de cuota, rápidamente se decide -por reforma- el flujo vehicular a estas horas es poco, por eso nos permite la maniobra de tomar reforma en la bifurcación de caminos con constituyentes, imposible hacerlo en el día, se logra con éxito; la manada alegre, el descenso toma tintes vertiginosos, algo de confusión por el cierre de reforma a la altura de bosques, se toma la lateral para cuadras adelante reincorporarse, se sigue con los sentidos alerta, pocos autos, la velocidad acrecenta o disminuye según se vaya viendo el panorama, sitios conocidos, se llega al cruce con la ciclopista, termina reforma lomas, y sigue una recta formidable, sin tanto auto es invitación a volar, a meter el máximo desarrollo, es el ultimo esfuerzo, el jalón final, todos se vuelven sprinters, se trata de dar alcance al de adelante, no hay mucho que lo impida, solo son las piernas, el animo, la fuerza, ahí van, se alcanzan, otros a rueda, se marcan 35, 40 en algunos segundos … última curva, otra recta, la rotonda de la cazadora de la estrella del norte, se ve el ángel, la velocidad no disminuye… somos el camino que vamos dejando, que vamos viviendo, que vamos pedaleando, somos asfalto, tierra, lluvia, subidas y bajadas… al pie del ángel llegan todos, somos parte de la noche… somos Lobos.
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